En el nuevo Gobierno de Fraga, que tomó posesión hace diez días, desaparecieron las Consejerías de Trabajo y Relaciones Institucionales y se crearon dos nuevas, las de Justicia e Interior, y Familia, Mujer y Juventud.

Adela Bustabad, portavoz de la CIG, manifestó hoy que la situación actual es caótica, por "la lucha de poder por parte de los barones políticos".

"Hay caos administrativo y dejación de unciones en los departamentos afectados, sin que los trabajadores conozcan quienes son los responsables de firmar unos expedientes o aprobar las gestiones administrativas, llegando a situaciones esperpénticas donde un funcionario cambia tres veces de Consejería en menos de dos horas y sin moverse de su mesa", aseguró.

La CIG estima que hay casos de "descarado amiguismo y trapicheo de influencias" y señala como prueba "la ocultación de cualquier información que pueda dar luz sobre lo que se está hacieno en las Consejerías".

"En la Xunta todo se hace a espaldas de los trabajadores, que pueden llegar a la situación de estar trabajando sin saber a qué departamento pertenecen", indicó.

En su denuncia ante la Inspección de Trabajo, la CIG apunta que la legislación vigente otorga a los representantes de los trabajadores el derecho a ser informados previamente de las reestructuraciones de cuadros de personal o traslado de personal, algo que en esta ocasión se ha incumplido totalmente, según el sindicto nacionalista.