Tras señalar que deben ser también los ciudadanos los que decidan "si la calidad de la sanidad pública madrileña es mejor o peor que hace dos años", Simancas explicó que "hoy era el momento de los ciudadanos", ya que se cumple la fecha límite fijada por Esperanza Aguirre para dimitir si no reducía las listas de espera a 30 días.

"En estos dos últimos años se ha producido un grave deterioro de la sanidad pública madrileña a todos los niveles asistenciales, con graves deficiencia en los servicios de urgencias, atención primaria y hospitalaria, y ello como consecuencia de una mala gestión y falta de recursos y financiación", dijo Simancas, que pidió a Aguirre que "respete a los ciudadanos madrileños y abandone los engaños y las mentiras a las que les someten".

Para resolver los problemas de la sanidad pública madrileña, Simancas ofreció a Aguirre un "gran acuerdo" para acabar con las deficiencias sanitarias, ya que "los ciudadanos piden respuestas, y no meras promesas electorales que no se cumplen".

El acuerdo solicitado por Simancas incluye medidas como un compromiso con el servicio público sanitario y la mejora de la financiación sanitaria, llegando a 1.200 euros por habitante protegido como mínimo.

Asimismo, solicitóun Plan de Refuerzo de la Atención Primaria, una Ley de Plazos de Espera Máxima, la sustitución de los viejos centros de especialidades por modernos centros de alta resolución diagnóstica y un Plan de Mejora de la Atención en la Urgencias, con más recursos y mejor atención y coordinación.