Simancas dijo que "ésta es la primera medida necesaria para recuperar la tranquilidad y confianza en el sistema sanitario público" y señaló que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, "debería pedir disculpas a los profesionales y a los ciudadanos, además de reforzar la sanidad pública con más recursos".

A su juicio, la mandataria regional "se ha convertido en el Nerón incendiario de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid. Ha logrado que la indignación y el rechazo por la actuación en el Hospital Severo Ochoa se haya extendido a todos los hospitales y áreas sanitarias".

Tras asegurar que "toda la sanidad pública madrileña está en pie de guerra contra Aguirre", Simancas afirmó que a la"reacción solidaria de los profesionales de la sanidad pública con sus compañeros del Severo Ochoa hay que sumar el comunicado enviado ayer por la Comisión de Mortalidad a la Junta de Personal del centro, que desmiente tajantemente las declaraciones de Lamela de que dicha comisión certificó que se hubieran cometido irregularidades en la sedación de pacientes".

Simancas manifestó que estos hechos son "en sí suficientes para exigir la dimisión del consejero", por lo que emplazó a Aguirre a cesar a Lamela.