A su juicio, Aguirre "está contribuyendo a deteriorar la confianza de los ciudadanos en la sanidad pública, a deteriorar injustificadamente el prestigio de la misma y, quizás, contribuyendo a engrasar el negocio de los servicios privados".

Con respecto a la crisis del hospital de Leganés, afirmó que "la Fiscalía de Madrid y la propia investigación interna de la Consejería de Sanidad están desmintiendo categóricamente las acusaciones extraordinariamente graves que hizo el consejero al funcionamiento de nuestra sanidad pública y a las actuaciones de sus profesionales".

"Corresponde ahora rectificar las declaraciones y restablecer la confianza médico-paciente, clave en el funcionamiento de la sanidad, y, desde luego, cesar inmediatamente al consejero de Sanidad", dijo.

A su juicio, Aguirre "está perdiendo definitivamente el norte y, en lugar de contribuir a solucionar, con tranquilidad y serenidad, el problema de la sanidad pública madrileña, se dedica a insultar gravemente al presidente del Gobierno llamándole 'payaso' cuando estaba defendiendo los intereses de nuestro país en un viaje a Latinoamérica, y se dedica a generar dificultades en el desarrollo de la Operación Chamartín, que necesita del consenso de todas las administraciones públicas para llevarse a cabo".