El descenso acumulado en los nueve primeros meses del año fue de 249.000 millones de pesetas, un 14,5 por ciento, si bien con un comportamiento desigual entre los diferentes subsectores del sector crediticio.

Entre enero y septiembre aumentó la moroidad, aunque muy ligeramente, entre las cooperativas de crédito, de 82.000 a 85.000 millones de pesetas, y entre el crédito oficial, de 203.000 a 206.000 millones.

Por contra, se redujo muy notablemente en bancos, de 681.000 a 546.000 millones, y en las cajas de ahorros, de 635.000 a 528.000 millones, así como en las entidades de ámbito operativo limitado (que incluyen desde sociedades hipotecarias hasta entidades de financiación para la compra de coches), de 113.000 a 98.000 millones.

La bajada e la morosidad, facilitada por la bonanza económica, ha ido acompañada de un aumento de los niveles de cobertura mediante los fondos de insolvencia de que disponen las entidades de crédito. Actualmente, estos fondos suman 1.594.000 millones de pesetas, por lo que la cobertura global es superior al cien por cien.