En febrero, las ventas de gasolinas descendieron un 1,2 por cien, lo que supone unas 614.000 toneladas de esta clase de combustibles, dos décimas más de lo que cayeron en enero, lo que da una idea de la "pereza" con la que sigue comportándose la demanda interna en la economía española.

Sin embargo, los gasóleos de automoción, indicador de la actividad productiva, aumentaron una media del 3,6 por cien el mes pasado, debido fundamentalmente al tirn del consumo del tipo B, bonificado (25,7 por cien), ya que el tipo A, de uso agrícola, practicamente sigue congelado (0,2 por cien).

En cuanto a los gasóleos de calefacción, los del tipo C, muestran también la recesión de las economías domésticas con un descenso del 3,4 por cien.