Este sindicato, junto a UGT, CSI-CSIF, USO, CGT, SUP y UFP, quieren "hacer llegar al conjunto de los ciudadanos y al Gobierno el sentir de los trabajadores del sector público, quienes frecuentemente ven denostado su trabajo con estereotipos poco reflexivos y sobre quienes una vez más, se quiere cargar el mayor esfuerzo presupuestario del ajuste".

Los empleados públicos no pueden aceptar, según los convocantes, "que en los últimos cinco años hayamos perdido el 11,2% de nuestro poder adquisitivo, que el Gobierno no cumpla los acuerdos firmados y nos niegue el derecho a la negociación, y que se nos exija un esfuerzo solidario cuando las arcas públicas van a recibir 470.000 millones menos de capital".

Los sindicatos advierten que los recortes que ahora se les quiere mponer serán aplicados más tarde al resto de los trabajadores, "ante quienes posteriormente se nos usará como referente para sus negociaciones colectivas".