A juicio de la experta, las pautas marcadas por los neumólogos españoles indican que el control de la enfermedad a largo plazo debe basarse en el empleo de antiinflamatorios mientras que la acción de los broncodilatadores de acción rápida se reduce única y exclusivamente el alivio de los síntomasdeben limitarse a los momentos de crisis.

El tratamiento antiinflamatorio del asma se ha fundamentado hasta ahora en los conocidos corticosteroides -también llamados esteroides-, compuestos que vienen utilizándose desde hace más de 30 años y cuya inclusión precoz en el tratamiento permiten mantener una función pulmonar normal, facilitando el control de los sintomas.

No obstante, los corticosteroides se han rodeado de una aureola de mala fama por lo que a efectos secundarios se refiere, y esa es a razón de que hoy se utilicen con cierta reserva y comedimiento.

El criterio de la doctora Espinosa de los Monteros es que el uso de los esteroides inhalados "supone un gran avance" en el tratamiento del asma, y deben ser utilizados cuando sean necesarios, a las dosis menores posibles que permitan un control de la enfermedad. "En la relación eficacia-efectos secundarios, la valoración que debe hacerse de estas sustancias es claramente positiva", afirma la experta.