Esta posibilidad obra una importancia especial si se tiene en cuenta que, según esta especialista, siete de cada diez asmáticos españoles no reciben la terapia adecuada, ya sea porque el tratamiento no es el correcto o bien porque no se les ha diagnosticado su enfermedad.

Las pautas marcadas por los neumólogos españoles indican que el control de la enfermedad a largo plazo debe basarse en el empleo de antiinflamatorios, mientras que la acción de los broncodilatadores de acción rápida se reduce única y exclusivamente a alivio de los síntomas y deben limitarse a los momentos de crisis.

El tratamiento antiinflamatorio del asma se ha fundamentado hasta ahora en los conocidos corticosteroides (también llamados esteroides), compuestos que vienen utilizándose desde hace más de 30 años y cuya inclusión precoz en el tratamiento permite mantener una función pulmonar normal, facilitando el control de los síntomas.

Según la doctora Espinosa de los Monteros, el uso de los esteroides inhalados supone un gran avance en el tatamiento del asma y deben ser utilizados cuando sean necesarios en las dosis menores posibles que permitan un control de la enfermedad. "En la relación eficacia-efectos secundarios, la valoración que debe hacerse de estas sustancias es claramente positiva", afirmó la especialista de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica.