"En principio", explicó Girado, "estamos de acuerdo con la necesidad de contar con un registro, ya que nos ayudaría a saber como evoluciona el contagio del VIH y esto es fundamental para elaborar las estrategias de prevención del sida en todo el Estado".

Girado no considera que en los registros deba excluirse la orientación sexual de los enfermos, ya que es importante conocer cómo evoluciona la epidemia, saber si cada vez haymás o menos homosexuales afectados o si avanza más el virus en la población heterosexual.

Respecto a la polémica suscitada por la decisión del Gobierno asturiano de elaborar un registro nominal de seropositivos, Girado cree que es una decisión motivada por la falta de diálogo entre el Ejecutivo asturiano y las asociaciones de enfermos de sida.

"Estamos de acuerdo con el establecimiento de registros", añadió el responsable de los homosexuales catalanes, "pero respetando la confidencialidad de nuesra identidad, norma que deberían respetar todas las comunidades autónomas, tal y como pidio recientemente el responsable del Plan Nacional de Sida, Francisco Porras."

Los homosexuales consideran "totalmente inaceptable" la creación de un registro nominal de seropositivos, ya que "el temor a quedar inscrito en él provocaría en muchos casos la negativa a la realización de pruebas de detección del VIH".