"El terrorismo en Italia creo que se acabó porque existió voluntad política de cabar con él", agregó. "Pero en el caso de la mafia, dudo si existe esa voluntad política", recalcó.

Sin embargo, el magistrado español matizó que es lícito comparar el terrorismo político con la mafia en cuanto a los medios, pero no respecto a los fines.

Para Francisco Javier Gómez de Liaño, es necesario que el Estado utilice todos los medios de que dispone para luchar contra la mafia.

"El problema", dijo, "es que a veces la clase política o a veces los que tienen la obligación de salir al aso de este tipo de delincuencia no advierten el hedor a muerte y descomposición porque posiblemente mana de ellos mismos".

El magistrado indicó también que los ciudadanos y las autoridades italianas deben decidir si entregan el poder a la "cosa nostra" o luchan contra ella, aunque en su opinión, "si la mafia sigue dominando es porque sabe que el propio Estado no existe".

Asimismo, alabó la labor de los jueces italianos implicados en la lucha contra la mafia y señaló que trabajan en un clima de sledad poco apeticible. "Es una forma de administrar justicia realmente difícil, pero por eso, precisamente, muy meritoria", explicó.

Finalmente, Francisco Javier Gómez de Liaño comparó el crimen organizado con una grave enfermedad, diciendo que "el delito es un tumor, el superdelito es un cáncer y los delitos que puede cometer la mafia son una especie de metástasis que invade un cuerpo social".