El libro recoge la opinión de 23 autores (catedráticos, economistas, empresarios y expertos diversos) que enjuician, a petición del Cículo, los diez años de adhesión de España a la Unión Europea, fue presentado hoy por el presidente del Círculo, Carlos Espinosa de los Monteros, y el presidente de OMSA Alimentación y socio de esta organización, Carlos Bustelo García.

Todos los autores consideran que la integración de España en la Unión Europea y la apertura de los mercados ha sido más positiva que el aislamiento, pero creen que en estos diez años no ha habido una convergencia real con Europa y el nivel de vida español no se ha acercao al europeo.

A su juicio, la culpable es la política económica, que no ha aprovechado este periodo para afrontar las reformas estructurales que frenan y obstaculizan la competitividad.

La preocupación de la mayoría de los autores del libro es dónde se encuentra y dónde se puede encontrar España si sigue los pasos hacia la unión monetaria. Mayoritariamente creen que España necesita ajustes duros y fuertes, que pueden ser "brutales" si se alcanza la moneda única y se impone un tipo de cambio fijo.Para la mayor parte de los escritores del libro, los criterios de Maastricht son importantes, pero no la moneda única.

A juicio de Lorenzo Bernaldo de Quirós, por ejemplo, cumplir los requisitos en los plazos fijados supondría unos elevados costes sociales y de empleo y "España dependería de la calidad presupuestaria de los países más ricos para poder sobrevivir".

Julio Pascual, que participó en el debate, defendió un retraso de la moneda única, de la que dijo que es difícilmente alcanzable por Epaña. También Alberto Recarte intervino en el debate asegurando que "la moneda única no es tan importante, sí lo son los criterios de convergencia".

"Vamos a ahondar en los criterios de convergencia y vamos a olvidarnos de la moneda única, porque hoy por hoy es una broma", aseguró Recarte, quien afirmó que sería bueno que la unión monetaria llevara a los gobernantes a modificar sus políticas económicas.

Rafael Termes se manifestó en la misma línea y dijo que "la unidad monetaria no es necesaria, i muchísimo menos. Puede haber un mercado con distintas monedas". Agregó que "esos son los pasos que los burócratas de Bruselas han ido imponiendo para hacer una Europa federal frente a otra confederal que algunos defendemos".

La opinión del Círculo de Empresarios es algo diferentes. A pesar de que Espinosa de los Monteros dijo que la moneda única no es condición 'sine qua non' para que el mercado pueda funcionar, afirmó que "en el caso de España creo que deberíamos trabajar, pensar y actuar como si l moneda fuese a ocurrir en la fecha señalada, para llegar a ella cumpliendo los objetivos y elegir en ese momento si queremos o no entrar en la unión monetaria".

Espinosa de los Monteros se mostró convencido de que, sin los criterios de convergencia, la situación económica de España hubiera sido "mucho peor" y expresó su temor "a que nos perdamos en el debate y descuidemos lo que tenemos que hacer, cumplir los criterios de convergencia".