"Estamos muy preocupados por los rehenes occidentales, pero nosotros tenemos ante todo una prioridad: nuestra gente", manifestó el embajador en conferencia de prensa.

Ante la posibilidad de que los prisioneros israelíes estén muertos, Ben-Ami señaló que "no podremos resucitar a los muertos, pero por lo menos queremos tener loscadáveres y, aún en este caso, el intercambio de rehenes entraría dentro del esquema".

En esta línea, el representante israelí añadió que no se puede pedir a Israel que pague por prisioneros occidentales mientras no reciba noticias de los israelíes.

Para el diplomático, la conferencia de paz prevista para octubre supone un cambio "radical e incluso dramático" porque, por primera vez en más de 40 años, existe una disponibilidad de los países árabes para negociar directamente con Israel sin condicines previas.

La presentación de las distintas posturas que inaugurará la conferencia dará paso a las negociaciones bilaterales directas entre Israel y los distintos países árabes.

En relación a la reunión, Ben-Ami señaló que todavía existen algunos puntos que hay que aclarar, como la composición de la delegación jordano-palestina.

A pesar de ello, el embajador es optimista respecto a la solución de los conflictos aún existentes. "La cantidad de listones que hemos saltado hasta ahora nos permten mantener una postura optimista, ya que los problemas que quedan por resolver son menos que los que ya hemos resuelto", indicó.

"HIPOTECAR SUEÑOS"

A su juicio, es fundamental en este proceso de negociación que todos sean conscientes de que nadie saldrá del mismo modo que entró. "Si no hipotecamos parte de nuestros sueños, es imposible pensar en la paz", agregó.

Una de las cuestiones que se tratarán en la conferencia es la propuesta árabe para acabar con el boicot económico contra Israel, a cmbio de la congelación de los asentamientos.

En contra de las corrientes que ven en ello un factor negativo para la negociación, Ben-Ami afirmó que el proceso de los asentamientos puede "jugar un papel decisivo para la paz y ser uno de los mayores estímulos para llegar a la negociación".

En cuanto a Gaza y Cisjordania, el embajador afirmó que el acuerdo que aspira a la autonomía para los palestinos en estos territorios no significa el punto final, sino que después de tres años se podrá negociar e estatus definitivo, "donde es lógico que los palestinos quieran una soberanía estatal, mientras que nosotros mantendremos nuestra postura".

Sobre las relaciones de Israel con España, el embajador afirmó que pasan por un momento de "madurez y de superación de reticencias históricas".

La influencia de la Guerra del Golfo, que no modificó las relaciones hispano-israelíes, sí demostró, en su opinión, que existe una gran superpotencia, Estados Unidos, y que cualquier acuerdo político pasa por ese paí.