Puerto Pascual formuló esta opinión en las Jornadas sobre "Vínculos Afectivos y Sexualidad en la Vejez", clausuradas hoy en Santiago, al leer una ponencia titulada "Sexualidad en el anciano".

El profesor Puerto afirmó que "la religión y la ética no pueden ir contra el derecho básico del anciano a vivir su propia sexualidad" y añadió que la tercera edad. Añadió que los viejos tienen también derecho a los medios necesarios para vivir la sexualidad, adaptados a su edad.

En su opinió, la sexualidad senil se basa fundamentalmente en el amor, la ternura, las caricias, la comunicación, el afecto y la comprensión.

Para este profesor de las universidades de Deusto y Pontificia de Salamanca, "la edad no influye apreciablemente en la aptitud del hombre para dar y recibir placer en el intercambio sexual".

Afirmó también que el anciano no es más perverso en el campo sexual que cualquier otra persona en las restantes etapas evolutivas de las sexualidad. A su juicio, "hay que conseguirque las personas de la tercera edad vivan su sexualidad sin ningún tipo de presiones".

El profesor Puerto recalcó que los materiales estadísticos y de investigación existentes son insuficientes para comprender y valorar en su justa dimensión la capacidad sexual de las personas en edades avanzadas.

Finalmente, rechazó los estereotipos creados alrededor de las diferentes concepciones de la sexualidad, que asocian la represión del sexo con la Iglesia y la permisividad con la sociedad capitalista desrrollada.