En una entrevista difundia en el último número del periódico "Noticias de UGT", que edita UGT-Madrid, Sevilla señala que el Gobierno de Aznar se considera responsable de los bienes que ocurren en el país, "y de los males busca siempre la responsabilidad en otros", como ocurre con la inflación.

"Yo creo que a eso están recurriendo con demasiada frecuencia en los últimos meses para explicar algo que cada vez es más claro: la incompetencia de este Gobierno. Incompetencia no ya sólo técnica a la hora de abordar problemas como el e las 'vacas locas' o el del aceite de orujo de oliva, sino incompetencia para resolver problemas económicos cuando éstos vienen".

A su juicio, "gobernar o ser ministro de Economía cuando las cosas van bien, es muy fácil; pero cuando se ve la talla de los políticos y de los gobernantes es cuando la situación viene un poquito mal dada, como ahora. Y lo que estamos viendo es que los del PP tienen muy poca talla".

Sevilla indicó que recurrir, por ejemplo, a ataques, en su opinión "intolerables", a srvicios de estudios de determinados bancos porque no han estado de acuerdo con lo que proponía el Gobierno, "da la talla de un Gobierno autoritario y de comportamientos poco acordes con los que deberían producirse en una democracia avanzada".

El responsable socialista se refiere también en la entrevista a la última reforma laboral, aprobada por el Gobierno sin el apoyo de los sindicatos, y cree que con esta reforma el Ejecutivo "está haciendo una apuesta clara porque el modelo de competitividad de al conomía española en la globalización se base en salarios bajos y mercados laborales precarios".

Sevilla muestra sobre todo su preocupación por la nueva regulación del contrato a tiempo parcial, porque, a su juicio, puede significar "la próxima vía de escape de la precarización del mercado laboral".

Según Sevilla, con esta reforma laboral no han mejorado las condiciones de acceso al trabajo de las mujeres, ya que falta una política complementaria de apoyo a la familia; y no se ha atacado al núcleoduro del problema de la temporalidad, que son, en su opinión, los abusos y fraude de ley que se generan en torno a los contratos temporales, a veces muy vinculados a la subcontratación.