Moto, que reconoció no tener pruebas que avalen esta denuncia pero sí "mucha información" y el testimonio de uno de los presuntos perceptores de tal gratificación, dijo que sólo aceptaría unas "elecciones limpias monitorizadas por la ONU". "Si no, no hay elecciones", sentenció.

El líder del Partido del Progreso, que vive exiliado en España, se mostró muy crítico con la reciente visita a Guinea del ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos y con la que se prevé que realice en los próximos meses el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La de Moratinos la calificó de "oportunidad perdida", porque, "con unas elecciones a la vuelta de la esquina" como las que va a convocar Obiang, "aparte de (la negociación de) los temas económicos, nos habría gustado un compromiso" de que aquéllas serán "monitorizadas por la ONU", como el que arrancó Felipe González en 1991, aunque luego no se cumpliera. Moto afirmó que, "si pudiera, el pueblo guineano pediría la dimisión de Moratinos".

Además, Moto criticó duramente al presidente de honor del Partido Popular, Manuel Fraga, que acompañó a Moratinos en su visita. Dijo de él que "merece ser reprobado como persona non grata" y que no le "perdonará" que sugiera que no se puede hablar de normalidad democrática en África.

EL CUARTO PRESIDENTE

Sobre el hipotético viaje de Zapatero, el líder opositor recordó que todos los presidentes del Gobierno español excepto Aznar, aparte de los Reyes por dos veces, han rendido visita a Obiang y "no han conseguido nada". Por ello, considera la idea "no recomendable", porque si la lleva a cabo "va a ser el cuerto presidente de quien se chulea Obiang".

Moto se mostró muy duro con la actitud de España hacia Guinea, que, en su opinión, se debe únicamente a los réditos económicos que obtiene del régimen de Obiang. "Los bolsillos vienen llenos", denunció, pero advirtió de que " si andamos con trampillas sosteniendo a dictadorzuelos para llevarnos las riquezas, esto va a reventar". Sentenció que Guinea y el Sahara Occidental son "una vergüenza para el país que los colonizó".

Para remediar esta situación, el líder del Partido del Progreso pidió al Gobierno que no permita el actual sistema, donde compiten la formación de Obiang y "un grupo de partidos legalizados", entre ellos el socialista, que "por tanto, tienen una deuda" con él, y que respalde al pueblo guineano si éste no va a votar "porque las elecciones no son limpias".

Moto reafirmó su deseo de concurrir a las elecciones guineanas y de poder formar coaliciones, algo ilegal bajo el régimen actual, porque "la coalición de la oposición podría con todas las coaliciones que quiera formar Obiang".