Según el bispo, hay que dar a los niños y jóvenes "el conjunto de ideas, convencimientos y actitudes necesarias para defenderse de las influencias negativas que pueden recibir en la sociedad. Supone además darles una conciencia crítica para superar los riesgos de una interesada manipulación".

Setién señala que "la educación debe tener como finalidad la de capacitar, de manera positiva, para la creación de una convivencia social que sea coherente con la dignidad de todas las personas humanas", y agrega que "no odemos renunciar a crear una sociedad distinta, más humana y conforme con la dignidad del ser humano".

La pastoral finaliza con unas palabras de reconocimiento a los educadores, que van preparando la sociedad que queremos hacer "no sólo capacitando para los roles profesionales necesarios para que la sociedad funcione, sino transmitiendo las convicciones y los sentimientos capaces de transmitir un alma humana a la convivencia social".