El aumento de las plazas ofrecidas por las Administraciones públicas y la prestación de servicios asistenciales a domicilio más completos ha facilitado que en los últimos cinco años se incrementen en cerca de un 20 por ciento anual los usuarios beneficiados.

Desde principios de los años 90, el progresivo evejecimiento de la población, la incorporación de la mujer al trabajo y el aumento de los hogares monoparentales ha motivado que los organismos públicos presten una mayor atención a los mayores de 65 años.

Por esta razón, se han desarrollado conciertos socio-sanitarios públicos con entidades privadas con la previsión de que en el 2005 se proporcione ayuda a domicilio a cerca del 5% de la población de la tercera edad.