Con una extensión cercana a los 205.000 metros cuadrados, se trata del mayor techo vegetal de la ciudad de los rascacielos, y uno de sus principales beneficios es que reducirá el flujo de aguas residuales al alcantarillado neoyorquino en caso de tormenta hasta un 75% durante el verano, y un 35% en invierno.

La iniciativa se enmarca en la política de la agencia federal de correos estadounidense de hacer más ecológicas sus oficinas e infraestructuras, que contempla, entre otras medidas, el uso de componentes para la construcción renovables y respetuosos con el medio ambiente, de iluminación de bajo consumo y energía solar.

La compañía postal también han anunciado la incorporación a lo largo de este verano de un nuevo vehículo de reparto híbrido en Nueva York, que se suma a las 30 furgonetas eléctricas que actualmente operan en la ciudad de modo experimental, un proyecto enmarcado en su estrategia para la reducción del uso de combustibles fósiles en un 20% durante los próximos cinco años.