"Tengo la sensación de estar saturado de este putiferio. Sin embargo, no quiero colaborar más con el putiferio. Prefiero mantener la memoria y la realidad y no contribuir en la medida de lo posible con esta situación", indicó el cantante.

Serrat, que anoche recibió en Barcelona un Premio Ondas 1995 por su trayectoria artística, exlicó que prefiere vivir el presente, aunque sin huir de los proyectos a medio y a largo plazo.

"Trato, por encima de cualquier cosa", añadió el cantautor catalán, "de mantener que la vida se fundamenta en el presente, que a su vez está profundamente arraigada en el pasado, que no hay que olvidar jamás".

A su juicio, la memoria "siempre ha sido y será la llave para abrir el futuro. El futuro siempre ha sido los sueños, las ilusiones y el tiempo que uno necesita para concretarlas".

Respecto algalardón, Serrat aseguró que jamás se acostumbrará a los premios, "igual que nunca podré acostumbrarme a los besos. Se ama o no se ama, pero acostumbrarse me parece horroroso".