SERRA SE FAJO EN UN DURO DEBATE PARLAMENTARIO CON RAMALLO Y BAON, QUE LE CERCARON CON PREGUNTAS SOBRE EL "CASO ROLDAN"
- Reconoce que el Gobierno se equivocó al nombrar a Roldán, pero dice que ya ha asumido su responsabilidad política
- Fue un debate enso, plagado de abucheos e insultos
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El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, se fajó hoy en un agrio debate parlamentario con los representantes del PP en la 'comisión Roldán', Luis Ramallo y Rogelió Baón, que le lanzaron una batería de preguntas sobre su relación con el ex director de la Benemérita, las razones de su nombramiento y el conocimiento que el Ejecutivo tenía sobre sus actividades privadas.
Durante cerca de 45 minutos, Serra fue contestando una a un las ocho preguntas que le formularon alternativamente en el pleno del Congreso los dos diputados populares, quienes reiteradamente le pidieron que asumiera sus responsabilidades por el 'caso Roldán'.
Ramallo y Baón reprocharon a Serra su negativa a comparecer ante la 'comisión Roldán' y le acusaron de tener una grave responsabilidad política en el nombramiento y mantenimiento en el cargo del anterior director del instituto armado.
Por su parte, el vicepresidente criticó a los comisionados populaes por violar el secreto impuesto por el Congreso a las sesiones de la "comisión Roldán" y les acusó de manipular la información que obtienen de las comparecencias, aún a costa de falsearlas, para utilizarla con fines partididas.
Asimismo, justificó su actitud de no comparecer ante los diputados que investigan la gestión de Roldán destacando que PSOE, CiU, PNV y CC decidieron que su presencia no era necesaria porque no podía aportar información adicional a la que ya ofrecieron anteriores compareciente.
En el debate, que en ocasiones subió de tono y obligó al presidente de la Cámara a pedir silencio, no faltaron abucheos, pataleos, carcajadas e insultos dirigidos a Serra desde los bancos de la oposición, de los que salieron expresiones como "cínico, payaso o mamón".
UN BUEN NOMBRAMIENTO
La primera pregunta dirigida a Serra tenía que ver con las razones que le llevaron a proponer a Roldán como director general de la Guardia Civil. El vicepresidente contestó que el deseo del Gobierno era colocr a un civil al frente de la institución y que en aquellas fechas (1986) entendía que el de Roldán erá un buen nombramiento.
No obstante, Serra reconoció que los hechos han demostrado que el Gobierno se equivocó y ha tenido que asumir sus responsabilidades políticas, centradas en la dimisión de sus cargos de ministros del Interior tanto de José Luis Corcuera como de Antoni Asunción.
Admitió que el Gobierno no ha conocido las presuntas irregularidades cometidas por el ex director de la Benemérita asta fechas muy recientes y fundamentalmente a través de lo publicado en la prensa.
En este sentido, remachó que a él no le cabía en la cabeza que tales hechos pudieran ser realizados por personas que formaban parte del proyecto socialista y que estaban en primera línea de la lucha contra el terrorismo.
El vicepresidente del Ejecutivo mantuvo un particular "duelo" con Ramallo, quien no se cansó de repetir que Serra tiene miedo a comparecer ante la 'comisión Roldán' porque tiene mucho que ocultar."Dé la cara", le espetó el diputado del PP, "porque usted sabe mucho más de lo que dice".
Por su parte, Serra, que durante el debate se mostró bastante tranquilo, rechazó las acusaciones de los populares y censuró a Ramallo por practicar una política de "difamación e insulto".
TIRAR DE LA MANTA
Más moderado en el tono se mostró Baón, quien recordó que Roldán ha amenazado con tirar de la manta y dijo que esa manta cubre a Serra, quien, a su juicio, del primer tirón ha quedado políticamente al decubierto. Estas afirmaciones no afectaron al vicepresidente, quien señaló que si Roldán tira de la manta como hasta ahora él seguirá estando muy tranquilo.
Por otra parte, Serra intentó restar importancia a los riesgos que la fuga de Roldán puede suponer para la seguridad del Estado, al tiempo que recalcó que la mayoría de las operaciones en las que él participó están prácticamente concluidas.
Puso de relieve que el dispositivo montado para localizar al prófugo no supondrá incremento presupuestaro alguno, ni significará una merma de la seguridad de todos los españoles. Añadió que las fuerzas de seguridad están trabajando sin descanso para poner a Roldán en manos de la justicia y que su moral es alta.
Finalmente, Serra subrayó que ni él ni otros miembros del Gobierno ha encargado informes sobre las actividades privadas de los ciudadanos, en alusión a posibles investigaciones de las que fue objeto Mario Conde.
Durante el tiempo en que contestó a las preguntas de los populares, Serra estuvoacompañado de seis ministros. En el hemiciclo se echó en falta la presencia del presidente del Gobierno, de quien se había dicho que podría asistir, y la del líder del PP, José María Aznar.
(SERVIMEDIA)
18 Mayo 1994
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