Se trata de una enfermedad que conlleva la degeneración de un tipo de neuronas que se sitúan en la sustancia negra del tronco cerebral y son las encargadas de producir dopamina.

El enfermo dispone de una menor cantidad de dopamina, lo que se traduce en trastornos del movimiento, como rigidez, lentitud, temblores, etc. La dopamina es un neurotransmisor para el movimiento.

La enfermedad de parkinson no sólo produce problemas en el movimiento, sino también en la intensidad de la voz, y a pesar de las investigaciones realizadas todavía no se conocen las causas.

En muchos casos a la enfermedad se le une la depresión. De hecho, a un 40% de los pacientes lo primero que se les diagnostica al acudir a la consulta del médico es depresión y posteriormente parkinson.