Medio centenar de agricultores de Molina de Segura, Campotejar, Archena, Lorquí y Cieza se concentraron ayer ante la sede de la confederación hidrográfica para reivindicar la legalidad del pozo de sequía del paraje de Ringodango, en Cieza, que abastecerá 4.500 hectáreas de terreno.

Con esta acción, los agricultores apoyan la autorización de las obras que concedió la CHS y rechazan las cusaciones de los agricultores de Jumilla, que el pasado miércoles se encerraron en la sede de la confederación y que finalmente fueron desalojados por la policía.

Los jumillanos, junto al presidente de la Federación de Uniones Agrarias, Pedro Lencina, se oponen a la construcción del pozo por considerar que "pone en peligro el abastecimiento futuro de más de 50.000 habitantes de las localidades de Yecla, Ricote y Jumilla, que no disponen de otra agua que la del acuífero y éste se encuentra sobreexplotdo".

Los agricultores de Cieza aseguran que se van a extraer 86 litros por segundo para regar 4.500 hectáreas de unos 6.000 agricultores. Lencina respondió que "entonces no se entiende porqué se invierten 100 millones de pesetas en una tubería que tiene una capacidad de 400 litros por segundo".