Fuster, que presentó los resultados del sector eléctrico en 1991, explicó que en lo que va de año las empresas han dejado de producir unos 11.710 millones de kilowatios por hora de origen hidroeléctrico por la escasez de agua.

En su opinión, los costes podrían elevarse si se mantiene e actual nivel de los embalses utilizados en la producción eléctrica, que están ya al 30 por cien de su capacidad.

A pesar de esta reducción, Fuster explicó que, entre enero y mayo del 92, el sector registró un incremento del consumo eléctrico del 3,5 por cien, y que la producción del parque generador español aumentó un 4,1 por cien.

SIN PRIVILEGIOS

El presidente de Unesa, que además es máximo responsable de la empresa pública Endesa, rechazó las críticas realizadas en las últimas semanas por lo presidentes de Iberdrola, Iñigo Oriol, y de Unión Fenosa, Julián Trincado, en las que acusaban a la firma estatal de contar con una situación de privilegio con el apoyo del Gobierno.

Las dos eléctricas privadas consideran que tienen capacidad suficiente para producir electricidad, sin necesidad de comprarle a Endesa los cupos que le impone la Administración y sin tener que invertir en la construcción de nuevas plantas los 950.000 millones de pesetas previstas en el Plan Energético Nacional 1992-2000. Las empresas privadas están dispuestas a poner unos 200.000 millones en dichas plantas, y quieren que el resto del dinero, hasta completar los 950.000 millones, debería aportarlo Endesa.

Para Fuster, lo que las empresas privadas callan es que no compran eletricidad a Endesa sino a una red nacional de distribución gestionada por Redesa, "a la que todos vertemos nuestra producción".

En su opinión, "el sistema eléctrico español opera en su conjunto y en cada momento se usa la central que es másbarata para producir, porque esto da un coste del kilowatio hora nacional más bajo".

"Lo que pasa es que Endesa es básicamente productora", añadió, "y si no se comprara energía al sistema producida por Endesa, se encarecería el precio de la electricidad del país".

RESULTADOS

En 1991, según la memoria de Unesa, las empresas del sector obtuvieron un beneficio neto de 222.900 millones de pesetas, y unos recursos generados de 487.000 millones.

Las eléctricas se beneficiaron, en sus cuentas de esultados, del parón inversor que supuso el retraso en la aprobación del PEN. Las inversiones totalizaron 320.000 millones de pesetas, un 5 por cien menos que en 1990.

Este factor también frenó el ritmo de endeudamiento del sector, que se situó en 3,85 billones de pesetas, al permitir a las empresas autofinanciar prácticamente todos los proyectos.