En este encuentro, se abordará el bajo nivel de los embalses de la zona, así como el enfrentamiento que han protagonizado estos días algunos ayuntamientos y la Junta e Andalucía sobre la instalación de plantas desalinizadoras.

El conflicto se debe a la pretensión del Gobierno andaluz de que sean las autoridades estatales y los propios ayuntamientos los que financien estas plantas. Sin embargo, los alcaldes se oponen ya que, en su opinión, no tienen competencias para ello y no se lo permite su situación financiera.

Con las plantas desalinizadoras se podría garantizar el suministro de agua a una parte de Andalucía, transformando el agua salada en potable y aptapara el consumo.

Huelva, cuyos embalses almacenan la mayor parte del agua de Andalucía, cede en la actualidad importantes cantidades de la misma a Cádiz y Ceuta. A su vez, Málaga estaría interesada en recibir agua de la provincia onubense en el futuro.