De ellas, unos 84 pueblos recibn suministro a través de camiones cisterna y el resto está previsto que comiencen a ser abastecidos en breve por ese mismo sistema.

Avila y Salamanca, con 4.000 personas afectadas, y Burgos, con algo más de 3.000, son las provincias con mayores dificultades. En el otro extremo se encuentra Segovia, con sólo dos pueblos en alerta roja, que suman en total 273 habitantes.

A mediados de agosto del pasado año, eran 154 las localidades que sufrían la sequía, por lo que, ante el menor número de pueblos fectados este año, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta califica este verano como más benévolo, gracias a las frecuentes lluvias caídas en Castilla y León durante la primavera.

En total, en las 92 localidades que sufren problemas de abastecimiento residen unas 16.000 personas, aunque Medio Ambiente no descarta que el número de pueblos afectados aumente en las próximas semanas.

Avila, única capital de provincia de la comunidad que ha sufrido la sequía en los últimos meses, está actualmente ien abastecida, con 4 millones de metros cúbicos de agua de reserva.

Por ello, las autoridades no contemplan de momento la posibilidad de nuevas restricciones como las que estuvieron en vigor hasta el pasado mes de mayo.