Los animales -algunos dsecados y otros en estado de congelación- estaban en un sótano de la calle Asalto, en la capital zaragozana, utilizado como taller taxidermista propiedad de J.M.O.S.

Las veinticuatro piezas halladas son: dos ardillas, dos cogujadas comunes, dos collalbas rubias, dos abejarucos, un pico picapinos, un pardillo, una calandria común, un mirlo capiblanco, un buitrón, una lavandera blanca, un mosquitero común, un cormarán grande, dos alas de avutarda, una picapinos, un martín pescador, un rascón, un búho chco y una perdiz nival.

Tras la incautación, el Seprona de la Guardia Civil puso los hechos en comonocimiento del Departamento de Conservación del Medio Natural (COMENA), al considerar que podría existir un delito de vulneración de la ley de conservación de los espacios naturales y de la flora y fauna silvestre.

Los veinticuatro animales encontrados por la Guardia Civil quedaron depositados, a disposición de la Diputación General de Aragón (DGA), en el centro de recuperación de aves de La Alfranca

OTRAS INCAUTACIONES

Este descubrimiento en Zaragoza forma parte de una serie de operaciones que los Cuerpos de Seguridad del Estado han incrementado en los últimos meses, en distintos puntos de España, y que permitieron la incautación de gran cantidad de animales, todos pertenecientes a especies protegidas, algunas de ellas en inminente peligro de extinción.

Así, el 25 de enero de este año, fuerzas de la Guardia Civil detuvieron en una nave de la localidad de Valdemoro, en Madrid, a un taxiderista e intervinieron 280 cadáveres de animales de especies protegidas internacionalmente.

También en Zaragoza, el pasado año, miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil detuvieron en la localidad de Biel a Antonio Berduque Navarro, como presunto cazador furtivo y en posesión de 8 animales disecados de especies portegidas.

Los animales aprehendidos en aquella ocasión fueron: un abejaruco, una abubilla, una lechuza común, un águila real, un martín pescador, un pito rea, un archibede y un gato montes.

En febrero de 1991, efectivos del Cuerpo de la Policía Judicial de la Primera Zona de la Guardia Civil, asimismo, confiscaron en una finca situada en la localidad madrileña de Loeches, cerca de 200 animales, todos ellos pertenecientes a especies protegidas.

Entre los animales recuperados, figuraban un ejemplar de tití leonado, tres aras jacintos, 5 guacamayos, 2 cactúas de cresta amerilla, 6 amazonas, 6 psitácidos sin identificar, 2 tortugas de origen sudamericanotambién sin identificar y 160 tortugas mediterráneas.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional desmantelaron, también durante el año pasado, diversas redes de contrabando de especies de animales en vías de extinción protegidas por tratados internacionales.

COMERCIO PROHIBIDO

En abril de 1991, la Policia Judicial de la Primera Zona de la Guardia Civil de Madrid incautó 21 animales protegidos, cuyo comercio está prohibido.

Los ejemplares descubiertos, valorados en más de 10 milloes de pesetas, fueron 5 titís leonados, 6 aras jacinto, 3 aratingas guarougas, 1 amazona dufresniana, 1 amazona leucocehala, 2 lolectus roratus, un ara rubrogenis, un loris, y una charmusina.

Según la organización no gubernamental Traficc Europa, encargada de vigilar el comercio de especies a nivel mundial, el tráfico de animales exóticos mueve en España unos 150.000 millones de pesetas al año.