A juicio del sindicato el acuerdo establecía unas condiciones que la dirección no ha cumplido y que pasan porque el accionista aporte 130.000 millones de pesetas para realizar una ampliación de capital que permitiese el saneamiento financiero dela Empresa, "que debiera haberse producido en mayo", según el SEPLA.

Asimismo, la dirección se comprometió a iniciar un proceso de concentración de la estructura del Grupo, que debería haberse concluido el 1 de julio y definir el perfil del equipo directivo necesario para la gestión del Plan de Viabilidad, entre otras medidas.

El SEPLA afirma que "por desgracia, el sacrificio asumido por los trabajdores de Iberia ha sido utilizado por los responsables de la gestión para ponerse una medalla, fortaecerse en un sus cargos y, una vez más, no cumplir su parte del contrato".

"Por lo tanto, y como nos temíamos, el famoso plan para salvar Iberia, solo era un plan de ajuste salarial y de plantilla para cuadrar un balance", señalan en un comunicado de prensa.

El sindicato de pilotos afirma sentirse engañado y concluye indicando que "el rumbo (de Iberia) hay que enderezarlo ya, porque el que llevamos actualmente, como se dice en el lenguaje aeronáutico, es un rumbo de colisión".