La propuesta de veto de ERC-EH Bildu contó con dos votos a favor y 21 en contra, en tanto que la de Vox tuvo uno a favor, 18 en contra y cuatro abstenciones. Y el informe de la ponencia fue respaldado con 15 a favor y 14 en contra.

Además de las dos propuestas de veto, la norma, según pudo saber Servimedia, ha recibido 252 enmiendas (82 de Vox, 56 de Junts, 35 de Compromís, 28 de PP, 27 de ERC-EH Bildu, 11 de Más Madrid, 5 de PSOE, 3 de Coalición Canaria, 3 de Agrupación Socialista Gomera, 1 de PNV y 1 de Ciudadanos).

De todas ellas, la mayoría se mantienen vivas para el Pleno del Senado, puesto que el Gobierno ha vetado tres de Junts y una de Vox por considerar que afectan a los gastos y los ingresos del Estado, y el PP ha descartado una por razones técnicas.

La Ley del Deporte afronta en el Senado una reedición del polémico debate suscitado en el Congreso sobre el hecho de que se abra la puerta por primera vez a que selecciones autonómicas puedan participar en competiciones internacionales en disciplinas con “arraigo histórico y social”.

Ese asunto suscitó encendidas controversias en el paso de la norma por la Cámara Baja, donde fue aprobada con división de votos (166 a favor, 157 en contra y 18 abstenciones). Y resucitará durante el Pleno del Senado.

No en vano, el PP, Vox y Ciudadanos han registrado enmiendas para suprimir el artículo pactado en el Congreso por el PSOE y el PNV para que las selecciones deportivas autonómicas puedan competir en el extranjero si la federación internacional correspondiente contempla su participación “en el caso de modalidades o especialidades deportivas con arraigo histórico y social” en la comunidad autónoma o si la federación regional hubiera formado parte de una federación internacional “antes de la constitución de la federación española correspondiente”.

“En tales supuestos, la participación de la federación deportiva autonómica en competiciones oficiales internacionales se producirá previo acuerdo con el Consejo Superior de Deportes. Tal acuerdo conllevará el apoyo conjunto a la integración de la federación autonómica en la federación internacional”, añade el artículo.

Vox va más allá al proponer que el Gobierno aplique las “medidas necesarias” para “asumir el control” de una federación autonómica que quiera disputar campeonatos internacionales.

Sin embargo, Junts pretende abrir el abanico a cualquier deporte cuya federación internacional autoriza ya la participación de selecciones autonómicas en competiciones extranjeras. Y ERC-EH Bildu -que forman un único grupo parlamentario en el Senado- no quiere que haya un acuerdo previo del Consejo Superior de Deportes (CSD) si una federación deportiva autonómica quiere integrarse en una internacional.

El portavoz del PP, Antonio Román, comentó este jueves en la Comisión de Cultura y Deporte del Senado que “se ha abierto una puerta innecesaria” con la posibilidad de que algunas selecciones autonómicas compitan internacionalmente y que el proyecto de ley “ha empeorado” durante su tramitación en el Congreso.

Román señaló que el PSOE “se aleja de la mayoría social española” al “entregarse” a unos socios parlamentarios “que cada día le piden más y más para mantenerse en el Gobierno”, con lo que lamentó que la Ley del Deporte no vaya a ser “consensuada”.

Por su parte, Miguel Carmelo Dalmau, del PSOE, afirmó que el proyecto de ley fue elaborado “desde el respeto” a las competencias autonómicas y con “diálogo” y “consenso” entre deportistas, federaciones, entidades deportivas y formaciones políticas, incluido el PP. “Es la ley de la igualdad, de la inclusión y de la dignificación de nuestros deportistas”, apostilló.

OTRAS PROPUESTAS

Por otro lado, el PSOE ha registrado una enmienda para que se cree un nuevo programa deportivo ‘RETO DE’, que estaría catalogado como acontecimiento de excepcional interés público y se desarrollaría entre 2023 y 2025, con el que las empresas patrocinadoras obtendrían beneficios fiscales en actividades deportivas en zonas rurales.

Además, los socialistas proponen que a los deportistas se les reconozca “el disfrute de medidas de especial protección en su derecho a la paternidad, maternidad y lactancia”.

El PP quiere crear la figura del defensor del deportista, que dependerá del CSD y sería desempeñada por “una persona de reconocido prestigio vinculada al ámbito deportivo, con autonomía de funcionamiento y destinada a asesorar y garantizar los derechos de los deportistas”.

Algunas enmiendas, presentadas por ERC-EH Bildu y Junts, recogen el hecho de que no se puede obligar a un deportista a acudir a convocatorias de selecciones deportivas.

Además, Compromís y Más Madrid quieren que las competiciones oficiales se disputen obligatoriamente en España para evitar casos como la Supercopa de fútbol, que desde 2020 se ha disputado en Arabia Saudí.

Junts sugiere que el CSD inicie un expediente para retirar los beneficios fiscales de empresas que firmen contratos de patrocinio con deportistas mujeres que contengan alguna cláusula anti-embarazo y que los estatutos de las ligas profesionales femeninas obliguen a que la Presidencia se ejercida por una mujer.

Por último, Vox propone que el Gobierno regule sanciones económicas y deportivas cuando haya “ofensa a los símbolos y emblemas nacionales”, y que, hasta entonces, suspenda cualquier campeonato donde haya un “ultraje” tanto a ellos como al himno nacional, como ha sucedido en ocasiones en la final de la Copa del Rey de fútbol. Y que las competiciones se regulen “conforme al sexo biológico” cuando haya división por sexos.