Con la discusión de 125 enmiendas al texto recibido del Congreso, los senadores apoyaron por mayoría endurecer las sanciones que se aplican a los fumadores que consuman tabaco en lugares prohibidos.

El texto enmendado sólo requiere de su aprobación definitiva en el pleno de la Cámara Alta pero el consenso de todos los grupos parlamentarios ha permitido endurecer el régimen sancionador incluido en el proyecto del ley.

El PSOE y el PP se unieron frente a CiU, PNV, IU y BNG para vetar el tabaco en todos los centros de trabajo, impidiendo incluso la creación de salas específicas para consumir cigarrillos en las empresas, como pretendían el resto de los grupos.

Hubo acuerdo en el endurecimiento de las sanciones y, según el texto que sale del Senado, la reiteración de tres faltas leves por "fumar en lugares prohibidos" se convertirá en falta grave. Asimismo, pasará a ser falta grave que los propietarios de locales comerciales permitan fumar en espacios públicos prohibidos.

En cuanto al plazo para que los bares y restaurantes establezcan zonas de fumadores y no fumadores con separación en espacios físicos, la ley fijará un plazo de dieciocho mesespara acomodarse a la ley, ya que la mayoría de los grupos consideró insuficiente el plazo de ocho meses de adecuación que venía consensuado desde el Congreso.

TRATAMIENTOS

La financiación pública de los programas de desintoxicación propuesta por el PP en una de sus enmiendas fue aprobada por mayoría. En virtud de este texto, el Ministerio de Sanidad y Consumo adoptará las medidas normativas necesarias para incluir el consejo médico, el diagnóstico y el tratamiento de la dependencia tabáquica dentro de la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud.

Las terapias que pagarán los centros públicos de salud incluyen los parches, los chicles de nicotina, así como el fármaco bupropión, según el texto aprobado.

Asimismo, se acordó que se destine total o parcialmente los importes de la recaudación por sanciones impuestas conforme a lo previsto en esta Ley al desarrollo de los programas de investigación, de educación, de prevención, y de control del tabaquismo y de facilitación de la deshabituación tabáquica.

Por último, la Comisión de Sanidad dio el visto bueno a la creación de salas de fumadores en centros psiquiátricos y similares, para que los pacientes que tengan autorización médica puedan consumir tabaco.