Esta iniciatva parlamentaria introduce, además, una propuesta para crear una ponencia en la Comisión de Agricultura del Senado destinada a la difusión de la "dieta mediterránea", en colaboración con los sectores implicados.

Los promotores de la moción afirman que "en el pasado hemos sufrido una colonización (...) que supuso importar simientes, tecnología, maquinaria y productos elaborados cuyo cultivo no era habitual en España, en detrimento de cultivos tradicionales de nuestra agricultura".

Asimismo, señala que "la dieta de nuestros abuelos y padres se ha visto modificada por nuevos hábitos de consumo que han alterado nuestra alimentación". "Estas modificaciones fueron propiciadas por modas o consejos dietéticos, que afortunadamente la ciencia de la nutrición moderna ha corregido".

En este sentido, subrayan la importancia de revitalizar el consumo de los productos alimenticios propiamente españoles, como el vino, el pan o el aceite.

Del vino se indica en la exposición de motivos de la moción que "hy conocemos que su consumo de forma moderada influye positivamente en la salud humana, previniendo problemas cardiovasculares y de carácter reumático".

En cuanto al consumo de aceite, se dice que "no sólo no contribuye al incremento del colesterol, sino que ayuda a reducirlo". Asimismo, se hace una referencia al pan, como "una excelente previsión de problemas cancerígenos en el sistema digestivo".

En conclusión, los grupos parlamentarios estiman que la promoción de la "dieta mediterránea" redundaía sobre la salud de los consumidores, mejorando su bienestar y permitiendo un ahorro de los costes sanitarios.

De igual modo, estiman que ayudaría a mejorar la situación de diferentes sectores de la economía española, como el vinícola, ya que "el conocimiento de la bondad del consumo de vino, alejándolo de la percepción equivocada del consumo de alcohol, ha contribuido beneficiosamente a la economía de nuestros viticultores y a la cadena comercial e industrial ligada a ella".