El texto aprobado, fruto de una enmienda consensuada por todos los grupos, pide al Ejecutvo que impulse las acciones pertinentes para que estos niños y adolescentes puedan alcanzar sus ciclos educativos y formaciones profesionales, tal y como recoge la ley.

También pide la promoción de investigaciones y estudios relativos a estos trastornos, que permitan su diagnóstico precoz y que faciliten a la sociedad la información suficiente para conocer sus causas y sus consecuencias.

La senadora popular Belén María Do Campo, pidió para estos trastornos la misma atención social que se presta aotras enfermedades mentales con más eco en los medios de comunicación, como el Alzheimer o la anorexia.

Por su parte, la socialista Rosa Barenys hizo hincapié en la necesidad de impulsar un programa global, de acuerdo con todas las comunidades autónomas, para prevenir estos problemas y el riesgo social consecuente.