En la iniciativa, propuesta por el PP, y que incluye diversas aportaciones de otros grupos parlamentarios, se pide al Ejecutivo que promueva la elaboración de un código ético que regule el contenido de este tip de videojuegos y juegos de ordenador.

En el texto parlamentario, que fue defendido por la senadora del PP Rosa López Garnica, se solicita la implicación de los organismos públicos y privados con competencia en esta materia, con el fin de evitar que se difunda y promocione la violencia indiscriminada, así como las actitudes xenófobas, violentas, homofóbicas o que promuevan la discriminación de género.

Durante su intervención, López Garnica denunció "la tendencia violenta de muchos videojuegos, qu, además, ignoran los sentimientos, ofrecen una visión discriminatoria de las mujeres y fomentan el 'todo vale', lo que no puede dejar de despertar entre nosotros una enorme inquietud", dijo.

Opinó, a este respecto, que la prohibición de la venta de este tipo de videojuegos "no es suficiente, sino también su producción y comercialización para todos los públicos".

Como ejemplo del contenido violento de algunos de estos juguetes, la senadora popular citó un videojuego que saldrá a la venta en Españ el próximo verano y que invita al jugador a convertirse en un etarra y a asesinar "ertzainas".