En un desayuno con Servimedia TV, Laborda explicó que cree en el proyecto que lleva adelante y recordó que en el PSOE no se elige a dedo y "tengo la confianza de los senadores de mi partido y algo más". "No hay nada respecto a la sustitución de Juan José Laborda", insistió.

Según el portavoz socialista en el Senado, lo que le ha ocurrido esta semana es paecido a la trama del libro "La tormenta perfecta", en el sentido de que los rumores sobre el cambio se han generado a partir de diversos factores, entre ellos, la polémica sobre la mayor presencia de Aznar en la Cámara Alta, y la mayor presencia pública del vicepresidente del Senado, Javier Rojo, en su nueva condición de secretario de Relaciones Institucionales del PSOE.

Tras saludar como valiosa la incorporación de Rojo, Juan José Laborda señaló que no es legítimo, por parte de quien lo haya hecho, fltrar a los periodistas determinadas informaciones para luego desmentirlas.

Descartó también que existan diferencias con el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, con quien dijo "entenderse muy bien". "Ayer estuve trabajando con Caldera en un análisis de la situación y haciendo planes para lo que queda de legislatura", al término de la cual, aclaró, está "todo abierto" respecto a su sustitución.

Laborda aseguró que se siente "muy bien representado por la dirección de José Luis Rodríguz Zapatero", reiteró que "no ha habido crisis", sino sólo "tensión" derivada de comentarios convertidos en montañas, y se definió como un militante "no obediente, pero sí muy disciplinado".

En cuanto al origen de la polémica en el PSOE sobre su actuación, relativa a la mayor presencia de José María Aznar en lase sesiones del Senado, el portavoz socialista señaló que el Gobierno no podrá hacer eso a costa de una menor presencia del jefe del Ejecutivo en el Congreso, porque va a generar "tal cantidad demalestar" en la Cámara Baja que le va a ser imposible.

Consideró que todo este asunto es "una gran improvisación", derivada de "unas primarias que tienen Juan José Lucas para llegar a algún lugar y Esperanza Aguirre para llegar a otro, o salirse del que está".

Por último, Laborda acusó a la presidenta del Senado de sufrir "el síndrome de que no ha hecho nada en tema autonómico" y por eso ha puesto en marcha personaciones de la Cámara en recursos de inconstitucionalidad contra leyes del Parlamento "como servicio de infantería del Gobierno".