Según Gaspar, aunque las previsiones del sector hace unas semanas situaban la ocupación en el entorno del 60%, la buena climatología prevista para estas fechas festivas, ha hecho repuntar las reservas, principalmente de turistas españoles.

No obstante, la ocupación registrará un descenso de entre el 5% y el 6% respecto a los datos del año 2000, debido principalmente a la menor entrada de turistas ingleses a causa de la crisis de a fiebre aftosa, que está afectando a la economía de los británicos.

Por destinos, la zona que se verán más afectada por la caída del turismo británico es Baleares, que sólo logrará en estos días festivos una ocupación del 75%. Tanto la Costa del Sol, la Costa Brava como Canarias mantendrán "buenos niveles", gracias al turismo interior.

En este sentido, Gaspar precisó que, dado que las vacaciones son de sólo cuatro días, los turistas españoles optan por zonas más cercanas, a pesar de la presión trística de otros destinos como Turquía, Túnez, Egipto o Croacia.

Sin embargo, el turismo extranjero se reparte entre todos estos destinos que el año pasado estaban cerrados debido a problemas en Turquía, Egipto y Croacia, pero que este año compiten "al cien por cien" y con unos precios muy atractivos.