Procesión inclusiva

La Semana Santa permite vivir, tocar y sentir en Salamanca una de las procesiones más inclusivas

Madrid
SERVIMEDIA

La Hermandad Jesús Amigo de los Niños de Salamanca, más conocida como 'La Borriquilla', acerca la procesión a aquellas personas con discapacidad que no pueden vivirla presencialmente. Los visitantes con discapacidad visual pueden recorrer con sus manos las imágenes de cada grupo escultórico. Además, esta hermandad se asegura cada año de que caigan las barreras de la accesibilidad a cada paso que dan, lo que la convierte en “la única procesión de Semana Santa con una propuesta tan inclusiva”.

La congregación presenta este año una nueva iniciativa llamada ‘Vivir’, cuyo objetivo es promover la inclusión de las personas con discapacidad y “brindar la oportunidad de disfrutar la procesión a aquellos que no pueden asistir en persona”.

“El primer año fue el del proyecto ‘Ilusión’ e incorporamos los códigos QR, que ofrecían la información a través de pictogramas o en lengua de signos. El segundo año fue el de ‘Sentir’, que nos inspiramos en los cinco sentidos”, explica el Hermano Mayor, Carlos Vicente, en una entrevista para Servimedia.

Ahora, con el proyecto ‘Vivir’ se demuestra una vez más “el compromiso con la inclusión y la accesibilidad” reafirmando el lema de hacer que “todos, sin excepción, puedan disfrutar de la magia de la Semana Santa”.

‘VER CON LAS MANOS’

El proyecto mantiene también otras iniciativas inclusivas, como la actividad ‘Ver con las manos’, dirigida a personas con discapacidad visual, que se realiza en la Catedral de Salamanca.

Los participantes tienen una oportunidad única de palpar las imágenes que se encuentran a pie de capilla pudiendo tocar, por primera vez, tanto la Borriquilla como el resto de las esculturas.

Ángel López, al que un glaucoma le dejó prácticamente ciego hace seis años, asegura que es “una experiencia muy interesante” porque es como “tocar el rostro de una persona”.

“Los dedos de nuestras manos casi podrían ser una continuación de nuestros ojos; y como te cuentan anécdotas y datos históricos, al final es como si los estuvieras viendo en tu subconsciente”, asegura este salmantino en declaraciones a Servimedia.

Por su parte, el presidente de la hermandad reconoce que siempre hay personas que le sorprenden, “esas que en un momento de sus vidas perdieron la vista y que, por tanto, tienen memoria visual”. “Nosotros antiguamente teníamos en la catedral otro grupo escultórico procedente de Olot y este que tenemos ahora es nuevo, del año 2009”, explica.

De modo que se produjo una situación muy entrañable cuando uno de los participantes ciego que estaban haciendo un recorrido con sus manos por La Borriquita exclamó: “Esta no es, me la han cambiado’.

Carlos Vicente certifica que el señor estuvo "muy acertado" cuando llegó a la imagen de Jesús y espetó: “Uy, este Jesús está enfadado. Sabe que lo van a matar”. Resulta que la imagen anterior “era la de un Jesús más alegre y sonriente” y la figura actual “tiene el ceño fruncido”.

EL TRAMO DEL SILENCIO

Esta procesión siempre ha sido respetuosa con las personas con TEA y existe un tramo del silencio donde este colectivo puede disfrutar del paso de La Borriquita sin ruidos ni estridencias. “Desde que entramos en esa calle hasta que prácticamente salimos, la banda no toca. Entonces, los niños pueden ver la procesión sin que tengan miedo al ruido ni se les moleste”, asevera.

Recuerda Vicente que, cuando se incorporó en el recorrido esta parada sin ruido, una madre les llamó para agradecerles que su hijo con autismo había visto por primera vez una procesión.

“Esta Semana Santa además hemos habilitado cien plazas para aquellos residentes que van en silla de ruedas, con andadores o con muletas y que desean ver la procesión desde un lugar privilegiado que es la puerta de la Catedral, desde donde sale”.

Y la experiencia inclusiva se completa con la colocación en dos puntos del recorrido de la procesión de dos réplicas a escala elaboradas en tres dimensiones para que “estas personas con problemas de movilidad puedan tocarlas con tranquilidad y alejadas de los tumultos”, añade Carlos Vicente.

Cada paso que se da en esta procesión de Salamanca es un tramo recorrido del camino hacia la inclusión. Para que las personas con discapacidad puedan ‘vivir’ y ‘sentir’ la Semana Santa en plenitud y no suponga ningún calvario para nadie.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2025
AOA/pai/clc