Política exterior

Jorge Dezcallar ex director del CNI: “España tiene que tener un papel con mayor peso en los foros internacionales”

-Analiza el nuevo orden mundial en 'Abrazar el mundo', su último libro

MADRID
SERVIMEDIA

El diplomático y ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, considera que “España puede tener un papel internacional más grande que el que tiene actualmente” puesto que “lo ha tenido en el pasado y no hay razón para que no vuelva a tenerlo”.

Además, precisó que “estamos en un fin de ciclo” a nivel internacional y que “Ucrania no es más que un peón en una estrategia mucho más amplia”, puesto que “lo que está en juego es el fin de las reglas y del mundo tal y como se estructuro al final de la II Guerra Mundial, y se actualizó al caer el telón de acero y la Guerra Fría”.

Dezcallar hizo estas declaraciones en una entrevista en la revista 'Perfiles', editada por el Grupo Social ONCE en la que también destacó que "tuvimos política internacional con Felipe González y José María Aznar, y luego hemos dejado de tener una política exterior realmente potente y lo lamento mucho porque, somos la cuarta economía de la eurozona, el segundo país en tamaño de Europa y se espera de nosotros una presencia más activa en el diseño del nuevo escenario. Si no, lo diseñarán otros. El mundo no va por casualidad, va porque hay unos cuantos países que invierten para que vaya de un modo determinado”.

El diplomático que acaba de publicar 'Abrazar el mundo' ( La Esfera de los Libros) afirmó que España “tiene potencial y capacidad suficiente para estar dentro de Europa, en el foro donde se toman las grandes decisiones, y me duele ver que a veces no está. Biden (presidente de los Estados Unidos) se reúne y habla con británicos, franceses alemanes e italianos, y con polacos, pero no estamos nosotros y yo me digo, ¿Cómo es posible?".

El ex director del CNI indicó que “se está diseñando una clara división en bloques antagónicos entre democracias liberales y estados autoritarios”, a la vez que advierte que, en ese nuevo escenario, si Europa no se integra, "desaparecerá como actor relevante de la escena internacional".

Sobre la situación en Ucrania, afirmó que “pone los pelos de punta” el “que estemos hablando ya casi con normalidad de la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial”, y advirtió de que "puede haber un error, una provocación, un fallo, un malentendido y, con la situación de tensión que hay, eso se puede desbocar”.

Asimismo, señaló que “una Rusia victoriosa y prepotente no sería bueno porque podría animarle (a Putin) a intentar lo mismo en otros sitios, pero una Rusia derrotada, humillada y con deseos de revancha tampoco sería bueno. Si Putin intentara salir del lío en el que se ha metido, claro que habría que ayudarle a salir si eso pudiera conducir a la paz”.

“Se me antoja difícil”, añadió el diplomático, ”alcanzar la paz en una negociación con una persona que, primero, no tiene credibilidad porque no ha dicho la verdad durante todo este tiempo y, segundo, tiene la pistola encima de la misa mientras habla contigo. Es difícil negociar así. Hay que tener en cuenta que Rusia, no la Unión Soviética, se comprometió en el Tratado de Bucarest del año 1994 a respetar la integridad territorial y las fronteras de Ucrania a cambio de que esta le trasladase su arsenal nuclear. No ha cumplido eso claramente. ¿Cumplirá lo que se pueda acordar ahora? Es una gran incógnita. Habría que buscar garantías occidentales al acuerdo que se logre”.

MAGREB Y SAHEL

La cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio “va a ser muy importante porque va a definir el rumbo para los próximos años”, explicó Dezcallar. “En ella”, añadió, “los españoles, sin duda, haremos un esfuerzo para que también se preste atención al Magreb y el Sahel”, aunque “la invasión de Ucrania hace que el esfuerzo militar de la OTAN esté centrado en este momento en lo que es un enorme peligro para Europa –en referencia a Ucrania y Rusia-, mientras que afortunadamente el Magreb y el Sahel no son hoy en día un enorme peligro para Europa, lo cual no descarta que no lo puedan ser también en un futuro”.

Dezcallar comparó el Sahel con “una gran autopista que va desde Mogadiscio hasta Nuakchot por donde pasan ideas, traficantes de drogas, de armas, terroristas…”. Por ello, añadió que “España debe estar preocupada porque el terrorismo ha encontrado en el Sahel un lugar donde fermenta y se produce, y donde el Estado islámico se está reconstituyendo en este momento. Además de todo eso, se une que Rusia está mostrando interés en la zona, como ha mostrado antes en Libia y Siria. Rusia está intentando extender su influencia hacia África y eso también debe preocuparnos, porque Rusia no es por el momento un país amigo y pacifista, sino todo lo contrario”.

Sobre Marruecos, el ex embajador en ese país y exdirector del CNI afirmó que España “tiene que tener una política de amistad, de mano tendida y de firmeza, las dos cosas”, a la vez que ambos países deben “aprender a convivir con sus diferencias”, entre las que figuran en primer lugar “Ceuta y Melilla”.

PROBLEMAS MUNDIALES

Dezcallar dedicó tres años a escribir 'Abrazar el mundo'. "En él”, explicó, "quise proyectar mi experiencia, mi vida al servicio de la política exterior de España y pararme a pensar dónde estamos y a dónde vamos".

Tras matizar que la ciencia ha permitido que actualmente estemos “mejor que nunca”, a nivel de salud, conocimiento, etc., describe en su libro un mundo cambiante y los retos más importantes a los que se enfrenta el mundo, situando al cambio climático como el desafío más importante al que se enfrenta la humanidad.

Otros problemas que analiza Dezcallar en su obra son la proliferación nuclear, el terrorismo internacional y el ciberterrorismo, “que está ganando mucha fuerza gracias a la inteligencia artificial y a la evolución digital”, la pobreza, la hambruna o las grandes migraciones, puesto que “el mundo va a crecer en dos mil millones de personas de aquí al año 2050 y, de ellos, 1.300 van a ser en África”.

“Vivimos en un mundo donde la política predica la igualdad y el sistema económico favorece las desigualdades. Eso produce una enorme frustración en la gente, que está a la deriva hacia sistemas autoritarios por el desencanto con la democracia. Creo que tenemos problemas globales muy grandes, que hay que enfrentar globalmente. El covid nos enseña que es inútil intentar enfrentar un problema de esa magnitud desde nuestras fruteras. Son problemas que hemos de enfrentar juntos y es difícil hacerlo en un contexto de desencuentro tan grande como el actual”, concluyó Dezcallar.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2022
ROR/man