A lo largo del sábado por la tarde y la mañana del domingo recibieron el alta médica veintinueve pasajeros, la mayoría de ellos aquejados de fracturas y contusiones.

De los seis hospitalizados, cuatro están siendo antendidos en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales Clínico Universitario y Carlos Haya, siendo su pronóstico de grve o muy grave.

En la UCI del Carlos Haya están internados José Ballesteros y Aurelia Morales Córdoba, que sufren traumatismo cráneo-encefálico y numerosas fracturas. Su estado de salud es estable, aunque persiste la calificación de grave.

En el Hospital Clínico Universitario reciben asistencia médica Pablo García Llado y Francisco Domingo Montoya, que permanece en situación muy grave debido al politraumatismo torácico-abdominal y por el estado de "schok" en el que se encuentra, lo que hace temerpor su vida.

Con heridas de carácter menos grave están hospitalizados el marroquí Acfor Abdellad y José Vico Rodríguez, ambos con traumatismos diversos, aunque fuera de la Unidad de Cuidados Intensivos.

Las seis víctimas del accidente reciben sepultura entre ayer y hoy, a excepción del ciudadano irlandés Kevin Sheehan, de 23 años, que aún permanece en el tanatorio del Parque Cementerio de Málaga a la espera de conocerse si es repatriado.

José Mancera Sánchez, el conductor del autocar, fue enerrado ayer en Málaga, mientras que Amelia Monestier Morales, de 29 años, y Antonio Vargas Carmona, de 24, fueron trasladados ayer a Granada, donde recibirán sepultura hoy.

Por su parte, los cuerpos sin vida de Petra Mínguez Quesada, de 80 años, y de su hija, Josefa Cabrera Mínguez, de 49, fueron conducidos hasta Andújar (Jaén).

Tráfico estima, a la espera de conocer los resultados de la autopsia al cadáver del chófer, que el accidente se produjo por un desvanecimiento repentino, a consecuencia d una enfermedad aún sin determinar.

A excepción de Kevin Sheehan, que murió en el Hospital Clínico Universitario, el resto de víctimas fallecieron en el acto por el impacto del autocar, que se precipitó por un barranco de unos veinticinco metros de profundidad.