MADRID

SEIS HOSPITALES PÚBLICOS DE LA CAPITAL CUENTAN CON TALLERES DE VACACIONES PARA LOS ÑIÑOS Y ADOLESCENTES

- En el verano de 2007 participaron 2.331 pacientes en estos talleres

MADRID
SERVIMEDIA

Seis hospitales públicos de la ciudad de Madrid cuentan con talleres de vacaciones para los niños y adolescentes de larga hospitalización. Son el Niño Jesús, el Gregorio Marañón, La Paz, el Ramón y Cajal, el Clínico San Carlos y el Doce de Octubre.

Según el Ayuntamiento de Madrid, con esta iniciativa se quiere mejorar la calidad de vida de los pequeños y de sus familias, aumentar su autoestima, normalizar su percepción vital, contribuir a que se relacionen con otros niños en su misma situación y procurar un tema de conversación ajeno a los problemas médicos.

Esta experiencia comenzó en 2002 en varios hospitales y en 2004 la Dirección General de Educación y Juventud del Ayuntamiento consideró necesario consolidar y ampliar dichas actividades a todos los hospitales con aulas hospitalarias legalmente constituidas del municipio. Para ello se firmó un convenio con la ONG Save The Children, especializada en este tipo de actuaciones.

Durante el verano de 2007 acudieron a estos talleres de vacaciones un total de 2.331 pacientes. En concreto, en el hospital Niño Jesús participaron a diario 1.208 chavales; en el Gregorio Marañón, 658; en el Ramón y Cajal, 132; en el Clínico San Carlos, 129; en La Paz, 109, y en el Doce de Octubre, 95.

Se mantienen las previsiones de participación para este año, según el Consistorio, aunque se ha aumentado la demanda de horarios en las unidades de Psiquiatría del Niño Jesús y en las del Ramón y Cajal.

Los talleres de vacaciones sustituyen durante la temporada estival a las aulas hospitalarias encargadas de escolarizar a los niños hospitalizados. Las actividades son de carácter lúdico y creativo, y se diseñan en función de la edad, la tipología y características de los niños y jóvenes a los que se destinan.

Están dirigidas, fundamentalmente, a los pacientes de las unidades de oncología y de trasplantes, y a los jóvenes ingresados en las unidades de psiquiatría infantil-juvenil. Los módulos están formados por dos monitores, funcionan de lunes a viernes y se imparten dos horas diarias.

Las familias pueden participar en los talleres y colaborar con sus hijos. Los médicos valoran estos talleres como una experiencia muy positiva, ya que permite a los niños y sus familias compartir un espacio de entretenimiento y de respiro que les beneficia anímicamente y les ayuda a superar la presión hospitalaria. En el caso de los adolescentes, se ha constatado un beneficio aún mayor, ya que estar ocupados se traduce en una disminución de las conductas problemáticas.

(SERVIMEDIA)
19 Ago 2008
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