Según el testimonio de una vecina de los afectados, el siniestro se originó a causa del error cometido por el propietario de la vivienda, Antonio Fernández Sánchez, de 68 años, que intentaba encender la cocina de carbón utilizando gasolina, creyendo que era gas-oil.

Fuentes de Protección Civil señalaron que los heridos de mayor gravedad son la esposa del propietario de la viviend, María Pilar Luarca Pena, de 62 años; una nieta del matrimonio, Beatriz Fernández Calvo, de 6, y la nuera del propietario, Yolanda Calvo.

Aunque el siniestro ocurrió a las 10 de la mañana, pasadas las 3 de la tarde todavía se estaba a la espera de que llegara al aeropuerto de Asturias un avión para evacuar a los tres heridos más graves -que están ingresados en el Hospital Central de Asturias, en Oviedo,- a una unidad de grandes quemados en Madrid o La Coruña.

En primera instancia todos los herids fueron atendidos en el Hospital Policlínico de Arriondas, pero vista su gravedad se optó por su traslado, en ambulancia o helicóptero, al Hospital Central de Asturias.

Según el testimonio de la misma vecina, el reflejo del propietario de abrir la puerta de la vivienda en el momento en el que se produjo la llamarada evitó que la desgracia fuera mayor.

Asimismo, esta persona desmintió los rumores que habían circulado en un primer momento de que las viviendas colindantes a la que ocupaba la famili afectada también hubieran resultado dañadas por la explosión.