El abogado de los detenidos, Txemi Gorostiza, precisó que el juez que ordenó su arresto, Carlos Bueren, deducirá testimonio de sus manifestaciones y las remitirá al juzgado de guardia de Pamplona el día de los arrestos para que investigue dichas denuncias.

El mismo día de las detenciones, el delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría, aseguró que los sospechosos estaban recibiendo un trato "exquisito" que "ya loquerría para mí".

Todos ellos estaban acusados de realizar diversos actos de sabotaje, como el lanzamiento de 'cócteles molotov' contra la sede de varios bancos y la quema de una caseta de Renfe en Berriozar, incendio que provocó heridas graves al guarda que la costodiaba.

Después de permanencer varios horas en la Comandancia de Pamplona, los detenidos fueron trasladados a Madrid. Entre los seis detenidos se encontraba el presidente del Consejo de la Juventud de Navarra, Jaime Iribarren, quien poo después de ser arrestado fue llevado al Hospital de Navarra, donde se le pronosticó una crisis de ansiedad.

Mientras permaneció en la Audiencia Nacional, Iribarren presentaba un mal estado, sin poder hablar más que palabras inconexas, además de sufrir ataques de angustia y taquicardia, continuas convulsiones y estados de pánicos, según diversos testigos.

Iribarren, junto a los demás detenidos y varios de sus familiares, ofrecieron hoy una rueda de prensa a la que el primero acudió con dificultaes, con paso desequilibrado y sin poder frenar los movimientos compulsivos de sus miembros.

En el transcurso de esta comparecendia, Iribarren, al igual que otros detenidos, narró su paso por las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona.

Según su testimonio, fue objeto de "torturas", sufrió continuos golpes en diversas partes del cuerpo, estuvo casi siempre encapuchado y se le amenazó. "¿Te crees que por ser famoso te librarás de las hostias?", "Hemos detenido a tu novia y laestamos violando", son algunas de las frases que, según aseguró, le dijeron los miembros de la Guardia Civil que le interrogaban.

Al igual que otros detenidos, Iribarren afirmó que "quería morirse" y que firmó lo que le pusieron delante para, así, "terminar con los interrogatorios" y pasar ante el juez y su abogado.

Después de tres días incomunicados, los seis vecinos de Berriozar fueron puestos a disposición judicial en Madrid. El juez Carlos Bueren ordenó la puesta en libertad sin fianza de Jaie Iribarren y la libertad con fianza de 250.000 pesetas del resto de los acusados, quienes deberán presentarse en la Audiencia Nacional dos veces al mes.