Los hechos se produjeron cuando los barcos de bandera española "Bartolo" y "Vela Gallego", y el yate "Rima", que se encontraban más allá de las 12 millas de aguas juridiccionales nacionales, observaron cómo los seis pesqueros se dirigían por parejas hacia ellos.

Una vez se hubieron acercado, enfilaron hacia los barcos españoles, con amenaza de aboraje. Tras diversas escaramuzas, los tres barcos huyeron a aguas españolas, mientras eran seguidos por los seis buques extranjeros.

Tras sobrepasar el límite de la jurisdicción española, vieron quelos barcos perseguidores no lo traspasaban, albergándolos en aguas internacionales.

Los barcos españoles dieron aviso a la dirección general de Salvamento Marítimo, que a su vez comunicó el hecho a las Comandancias de Marina de Cartagena, Palma de Mallorca, Alicante y Castellón, para que estuvieran aleta ante la posible repetición del incidente.