Esta modalidad de seguro consiste en un contrato pr el que una persona, previo pago de una prima, se asegura contra la muerte durante un periodo limitado. Sólo si el fallecimiento se produce durante ese lapsus de tiempo, un beneficiario designado por el asegurado recibirá la suma de dinero.

Según el informe, tan sólo el 6,5 por ciento de los españoles ha contratado una póliza de vida. En 1988 existían 126 compañías, de las cuales tres se repartían el 25 por ciento del pequeño mercado español de los seguros de vida temporales. Sólo algunas, como por eemplo Grupo Vitalicio, que opera en Portugal, y Segur Caixa, en Andorra, se han extendido al extranjero.

En opinión de Laura Mosca, de la BEUC, a pesar de la normativa comunitaria en vigor, "aún existen grandes diferencias entre las primas, los riesgos cubiertos y la reglamentación en materia de seguros vigente en cada Estado miembro".

Así, un varón de 30 años, no fumador, que contrate una póliza de vida temporal hasta los 40 años, por un capital de 26 millones de pesetas, pagará una prima que osila entre las 31.525 pesetas al año que le cuesta a un irlandés y las 94.620 pesetas que ha de pagar un portugués. España, con 40.000 pesetas de prima, se sitúa en un lugar intermedio de la tabla.

Según los consumidores europeos, las compañías de seguros eluden los contratos de seguros en el extranjero "por las barreras técnicas y lingüísticas que la normativa comunitaria no ha logrado superar".

"El proyecto de directiva que se ha de aprobar en este primer semestre del año, permite a un Estado opnerse al contrato de seguro celebrado conforme a la legislación de otro Estado miembro", según Laura Mosca.

Para la BEUC, "esta situación perjudica a las compañías, que deben incluir en sus pólizas riesgos y condiciones jurídicas diferentes para el extranejro y desprotege al consumidor, que debe hacer frente a precios y requisitos más severos que en su país".

El Mercado Unico Europeo agilizará el procedimiento de concesión de licencias, pero la base legal seguirá fragmentada, concluye el informe. Los consumidores europeos solicitan de las instituciones comunitarias la armonización legislativa del contrato de seguro, para que las compañías puedan ofrecer las pólizas de seguros en igualdad de condiciones a todos los consumidores.