Barea explicó ante el foro estival de la Universidad Nacional de Educación a Disancia (UNED), que entre 1961 y 1990, la población envejecida (65 y más años) ha crecido 4 puntos, mientras que la población jóven (0 a 14 años) ha perdido 5 puntos, y el número de personas potencialmente activas se ha mantenido estacionada.

Este comportamiento poblacional en los últimos 30 años, que determina el potencial de financiación de la Seguridad Social hasta los primeros años del siglo XXI, ha hecho que cada persona ocupada en España haya pasado de sostener a 1,65 personas en 1961 a 2,18 en 193, además de así mismo, y que cada cotizante a la Seguridad Social mantuviera a 0,3 pensionistas o desempleados en 1973, frente a los 0,7 del 93, un 147 por cien más.

Ante esta situación, el catedrático de la Autónoma de Madrid, afirmó categóricamente que no es posible modificar sustancialmente el sistema de financiación de la Seguridad Social aplicado hasta ahora, es decir, mediante aumento de las cortizaciones y de los impuestos.

Para reforzar su tesis, José barea señaló que en el horizonte delaño 2006,la tasa media de crecimiento acumulativo anual de la población española estará en torno al 0,28 por cien, mientras que el empleo sólo se creará de forma significativa en un entorno de crecimiento económico constantes de entre el 2,5 y el 3 por cien.

A su juicio, existentes suficientes condiconantes de económicos, de población y laborales, como para prever que la relación de dependencia de población pasiva de la que está trabajando practicamente se matenga o incluso empeore hasta finales de iglo.