En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Alcaraz insistió en que el Gobierno cree que, si desvía la atención a la lucha contra el terrorismo, "tapará" otros temas qu afectan a la "línea de flotación" de un Ejecutivo que "se creía invulnerable, como el Titanic".

Para ello, emprende iniciativas que suponen una "reforma encubierta de la Constitución", en lo que respecta al principio de resocialización de los presos, que con nuestro sistema penal "está funcionando", y a la presunción de inocencia, que se ve quebrantada con la propuesta de reforma de la prisión provisional.

Además, subrayó que "es mentira" que esta reforma del Código Penal vaya a sacar de las cales a los terroristas, pues sólo se verán sus consecuencias a partir del año 2030, y se preguntó si el Gobierno pretende mandar "a la cárcel a todos", cuando ya hay actualmente 52.000 personas en prisión, un "récord" en nuestro país.

En su opinión, es el momento de acometer una defensa de la Constitución y las libertades desde la izquierda, ahora que el Gobierno trata ahora de "soltar lastre", y "desprenderse del PSOE para hacer una apropiación partidista" de estas iniciativas, con lo que hace "saltar n mil pedazos" los pactos suscritos con el principal partido de la oposición.

REUNION DE ADOCTRINAMIENTO

Puso como ejemplo la reunión de esta tarde del Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia, en el que auguró que el ministro, José María Michavila, se limitará a "dar doctrina" sobre unas reformas que ya han anunciado que emprenderán con o sin consenso, y de las que "no conocemos nada por escrito", lo que demuestra que tenemos un "Gobierno ágrafo", que "vende la noticia, ve que tiene cierto éxto", y la aprueba en Consejo de Ministros.

Por ello, animó al PSOE a "no ceder" a un Gobierno que "pone en crisis" estos dos pactos, aunque insinuó que el partido liderado por José Luis Rodríguez Zapatero quizá "no quiera verlo" por "miedo a perder el voto de la moderación y el centro".

Finalmente, deploró que el Gobierno intenta "achicar espacios a la izquierda", y "acabar con Izquierda Unida" en una "guerra sucia" en la que "nos van a poner entre la espada y la pared" y a "criminalizar" por la ostura que sostiene la coalición en el País Vasco.