Mientras las centrales sindicales aseguraron que el paro fue secundado en todo el país por el 75-80 por ciento de los trabajadores, el Ministerio para las Administraciones Públicas cifró el seguimiento en el 20,52 por ciento en la Administración central.

Coincidiendo con la huelga, centenares de empleados públicos se concentraron a primeras horas de la tardeante la sede del Gobierno de Madrid, en la Puerta del Sol, para protestar contra el recorte salarial previsto para este colectivo en los Presupuestos del Estado de 1993, la eliminación de la cláusula de revisión salarial y la congelación de la oferta de empleo público. Acciones similares se realizaron en otras ciudades del país.

De acuerdo con los datos facilitados en rueda de prensa por los responsables de los sindicatos UGT, CCOO y CSIF, convocantes del paro, junto con ELA-STV y CIGA, la huelga paraizó prácticamente la Administración, con un seguimiento del 80 por ciento en la Administración central, del 74 por ciento en la autonómica y del 78 por ciento en la local.

Por sectores, pararon el 82,20 por ciento de los empleados públicos en la enseñanza, el 70,30 por ciento en la sanidad y el 89,95 por ciento en Correos. Los sindicatos destacaron el seguimiento del paro en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, donde pararon 8.100 de los 9.000 que están en plantilla, y en el Ayuntamiento de adrid, con un seguimiento del 85 por ciento.

Estos datos contrastan con los facilitados a Servimedia por Administraciones Públicas, que cifró el seguimiento de la huelga en el 21,1 por ciento en los ministerios y el 40 por ciento en las delegaciones de Gobierno. Según el ministerio, en sanidad la huelga sólo tuvo el respaldo del 3,5 por ciento de los trabajadores, mientras en educación y Correos fue del 25 y 45 por ciento, respectivamente.

Por lo que se refiere a los servicios mínimos, se cumplieon rigurosamente, pese a que los sindicatos consideran que algunos han sido "claramente abusivos", como en la Administración de Justicia. También hubo problemas en algunos hospitales, como el Gregorio Marañón, de Madrid, y La Fe de Valencia, donde las direcciones de los centros no habían negociado ni fijado mínimos para la huelga de hoy.

Tanto los responsables del ministerio como los sindicatos destacaron el clima de normalidad en el que se ha desarrollado la huelga, sin incidentes, a excepción de unacarga policial en la madrileña Plaza de Castilla contra un grupo de empleados públicos que estaban concentrados ante el edificio de los juzgados, según informó CSIF.

HUELGA INDEFINIDA

Los representantes de UGT, CCOO y CSIF se mostraron satisfechos con lo que calificaron como "éxito rotundo" de la huelga y expresaron su deseo de que el masivo seguimiento del paro haga cambiar la actitud del Gobierno y atender las reivindicaciones de los sindicatos, porque "los empleados públicos no somos los causante de la crisis económica".

Los responsables sindicales aseguraron que si el Gobierno no cede a sus reivindicaciones realizarán la huelga prevista para el día 15 de diciembre y seguirán movilizándose. "Que no piense el Ejecutivo que nos vamos a parar, habrá que seguir adelante y mi sindicato no descarta la desconvocatoria de una huelga indefinida en la Administración", aseguró José Luis Manzanares, de CSIF.

Salvador Bangueses, de la Ejecutiva de CCOO, fue más cauto y se limitó a decir que "ahora lapelota está en el tejado del Gobierno y esperamos que tenga la suficiente sensibilidad para ver la justicia de nuestras reivindicaciones".

Santiago Nieves, secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, también dijo que le gustaría conocer primero la respuesta del Gobierno al éxito de las huelgas, pero afirmó que "UGT no va a quedarse atrás en las iniciativas que conjuntamente tomen los sindicatos".

Según las centrales, con la huelga de hoy la Administración se ha ahorrado unos10.600 millones de pesetas con los descuentos que aplicará en las nóminas de los trabajadores que han secundado el paro, ya que la masa salarial del conjunto de los empleados públicos asciende a algo más de 12.300 millones de pesetas diarias.

Por lo que se refiere a la concentración de empleados públicos ante la Puerta del Sol, se desarrolló entre la una y las dos de la tarde. Los manifestantes corearon gritos contra los ministros de Economía, Carlos Solchaga, y Administraciones Públicas, Juan Manuel guiagaray, y portaban pancartas en las que podía leerse frases como "Contra los Presupuestos Generales del Estado" o "Eguiagaray, toma guirigay".

La concentración provocó importantes atascos en la zona del centro de Madrid, ya que como consecuencia de la concentración estuvo cortada al tráfico la Puerta del Sol y las calles cercanas a esta zona.