"Tenemos la obligación de alinearnos con España", afirmó la aspirante a ser candidata socialista a la Presidencia de Francia, quien señaló que, en el proyecto electoral de su partido, "cogeremos leyes españolas, sobre todo la de laviolencia de genero".

Censuró los "retrasos" en la política de su país, como la "nulidad" de la representación de las mujeres en las distintas áreas de la vida, y recordó que, a diferencia de España, "no tenemos paridad en el gobierno".

Explicó que las mujeres francesas tienen salarios más bajos que los hombres, que en su país no hay planes de igualdad entre hombres y mujeres y denunció el "techo de cristal" que impide que asciendan en el ámbito laboral.

A su juicio, en Francia hay pocas mujeres en puestos directivos de las empresas y los sindicatos, por lo que "necesitamos franquear ese 'techo de cristal' para poder ascender·.

Defendió el reparto de las tareas domésticas entre hombres y mujeres y la paridad en la representación política, "que no se lleva a cabo contra los hombres".

Con respecto a su posible candidatura a la Presidencia de la República francesa, manifestó, tras dar a conocer su experiencia política, después de haber trabajado siete años con Fran‡ois Miterrand, haber sido siete veces ministra y en la actualidad presidenta de una región de su país, que "si fuese hombre no se discutiría su legitimidad para ser candidato".

Aclaró, en tono irónico, que cuando se conoció su pretensión de aspirar a la Presidencia de la República francesa, un compañero de su partido se preguntó: "Y quién cuidará de sus cuatro hijos".

HOMBRES Y MUJERES COMPROMETIDOS

La líder socialista francesa hizo estas declaraciones durante su participación en un debate sobre "políticas de igualdad", celebrado en la Conferencia Política del PSOE, en el que también intervinieron la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la candidata socialista a la Alcaldía de Valencia, Carmen Alborch.

En el debate, moderado por la periodista Angels Barceló, De la Vega se mostró "muy orgullosa" de formar parte de un gobierno paritario, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, "que se dice feminista y actúa como tal".

Tras explicar que la democracia paritaria es "un medio para alcanzar una sociedad más justa", destacó que el Gobierno del que forma parte "ha hecho de la igualdad una de la líneas centrales de su actuación" y habló de la necesidad de conseguir una "ciudadanía que promueve hombres y mujeres comprometidos".

"Sin la política no podemos cambiar las cosas, por eso queremos estar -las mujeres- en la política", dijo De la Vega, quien añadió que "a la lucha de las mujeres debemos esta situación, y también que estemos en el Gobierno".

Explicó que la situación de las mujeres ha cambiado mucho en los últimos 40 años, ya que "hemos pasado de ser amas de casa a representar el 50% de los universitarios".

"Se ha producido un cambio rápido y profundo, pero incompleto. Todavía quedan obstáculos para la igualdad real y efectiva. Sigue existiendo desigualdad. En el Gobierno se visualiza el poder, que todavía es masculino, pero no en el resto de poderes", indicó.

Carmen Alborch coincidió con sus dos compañeras de debate y destacó que "hay cierta sospecha sobre las mujeres, sobre cómo han llegado a sus puestos".