Los empleados de Alditrans, tras debatir el artículo en asamblea, lo calificaron de "carente de línea social y absolutamente insensible para con nosotros, los trabajadores". Los empleados de Aldaya respondieron a Zubimendi, en un comunicado, que tratar de justificar el secuestro de Aldaya y el pago del rescate es "una brutalidad del máximo calibre".

Para los trabajadores de a empresa de transporte, el secuestro del industrial es "un error de ETA" que atenta directamente contra el propio secuestrado, su familia y contra ellos mismos. Por ello, exigen "su libertad inmediata e incondicional".

Recuerdan a Zubimendi que, en su condición de parlamentario vasco, debería saber que "la creación de empresas por la capacidad e iniciativa de hombres como José Mari es fundamental para el futuro de Euskal Herria".

Asimismo, indican que el protagonismo que los trabajadores de Aldirans han adquirido en los últimos meses, al que el miembro de HB se refería en su escrito, se debe a un "derecho que ojalá no hubiéramos tenido nunca que ejercer".

Finalmente, señalan que la alusión de Zubimendi a la casa familiar de Aldaya es un "lamentable despropósito" y afirman que la misma "es el fruto del trabajo constante y honrado, de muchos años" de José María Aldaya.

Por último, recuerdan al parlamentario abertzale que esa crítica "haría bien en extenderla a compañeros suyos de la izquirda abertzale que han tomado idéntica decisión personal".