Después de cuatro días de marcha, que partió del monte Aldaya, en Alava, los participantes en la misma llegaron hoy hasta las inmediaciones de Alditrans, en el polígono Ugaldeto de la localidad guipuzcoana de Oyarzun, para mostrar su solidaridad con los trabajadores y la familia de Aldaya.

La pancarta con el lema "Desde Aldaya a la libertad", que portaban los simpatizantes de la marcha, se unió a las ya habituales de los trabajadores de Alditrans: "Todos somos José Mari" y "José Mari estamos contigo".

Junto a los 16 trabajadores de Alditrans se encontraban los hijos del industrial secuestrado, así como los participantes en la marcha, el alcalde de San Sebastián, el socalista Odón Elorza, y el concejal de Solidaridad y Tolerancia, Eduardo Blasco, entre otros. En esta ocasión, no hubo contraconcentración ni de LAB ni de HB.

Los trabajadores de Alditrans agradecieron en su nombre y en nombre de la familia Aldaya el esfuerzo realizado en estos cuatro días por los integrantes de la marcha y afirmaron que José María Aldaya, como montañero, "con sus buenas vibraciones está ahora mismo aquí invadiendo este espacio y compartiendo con nosotros estos momentos".

Al finaliar la concentración, los miembros del grupo pacifista Gesto por la Paz entregaron a los tres hijos de Aldaya una placa amarilla con el lazo azul, similar a la colocada en el monte Aldaya, en la que se leía "Aldayatik Askatasunera" (desde Aldaya hasta la libertad).

Por su parte, el portavoz de Gesto, Javier Askasibar, dijo que se ha conseguido el objetivo de la marcha, que era expresar la solidaridad de los participantes a la familia Aldaya y a los trabajadores de Alditrans, y agradeció las muestras deapoyo recibidas en los pueblos por los que han pasado.

Askasibar calificó de "hecho aislado" el protagonizado ayer por varios cientos de simpatizantes de HB, que impidieron que la marcha entrase a la localidad de Hernani, ya que consideró que es "un núcleo minoritario dentro del propio pueblo de Hernani, que mayoritariamente quería que la marcha estuviera allí", y que demuestra que "hay que seguir trabajando por la tolerancia y el respeto en este país".

En este sentido, pidió que el hecho de Hernni "no oscurezca lo que ha sido la marcha y su objetivo de reivindicar la libertad de Aldaya".

Por su parte, el alcalde de Hernani, José Antonio Rekondo, hizo una metáfora de lo ocurrido ayer en dicha localidad, y aseguró haberse sentido como "uno de los habitantes de Zapa, donde el ejército serbo-bosnio, que eran los 200 seguidores de HB, impedían el paso a una caravana humanitaria que venía a distribuir paz y libertad y a requerir, como un primer paso, la libertad para Aldaya, que es la libertad de odos".