Sin embargo, admitió que "parece que esta vez han superado todos los records de atrocidad, de crueldad y de villanía", lo que permite pensar que puede producirse un punto de inflexión en el electorado de HB.

"Alguna vez se saturará el vaso y hasta aquellas personas socializadas en el odio reaccionarán. Cabe esperar que antes o después eso ocurrirá y ese descenso en el apoyo electoral se acelerrá", subrayó.

A juicio del sociólogo, hay algunos indicios que permiten pensar que esta vez se han rebasado con creces los límites, pero desgraciadamente "sorprende la dureza extrema y la insensibilidad de estas personas".

Aseguró que hasta la fecha el impacto de las atrocidades de ETA ha sido limitado, ha sido mucho menor del que cabía esperar. Pero ahora, insistió, han sido llamativos algunos testimonios, en estas 48 horas, de algunas personas del entorno de HB que, por una vez, levantaban su vz pidiendo que se liberara sano y salvo a Miguel Angel Blanco, por lo que "cabría esperar una cierta reacción de algunos votantes".

Según Arango, desgraciadamente, "el entorno de HB configura una subcultura, una subsociedad, una infrasociedad en el seno del País Vasco que se nutre del odio, que es suficientemente grande como para tener todos los elementos de socialización en sí mismo; tienen escuela, medios de comunicación, tienen tabernas y bares, tienen ritos y fiestas".

A su juicio, la infrasoiedad de HB está enquistada y en ella desde jóvenes se socializan en el odio y en una visión extremadamente maniquea y deformada de la realidad.

Por ello, es difícil que cambien sus posiciones, porque es una población que ve al resto de la sociedad como enemiga y se ha socializado en esa lógica "del asesinato, de la extorsión, de la validez de todos los métodos, incluidos los más execrables".